La Desafortunada Experiencia Con El Sistema Educativo (Artículo)

8 minutos de lectura

«El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, como en producir en el alumno el amor y estima por el conocimiento»


Todo comenzó cuando en algún punto de mi adolescencia empecé a cuestionar la forma, el propósito y el enfoque del plan educativo que estaba siendo aplicado en la escuela a la cual asistía. Es tormentoso pensar que un tema tan delicado y crucial como es el sistema educativo tenga fallos y hoyos que provoquen resultados torcidos en los alumnos, haciendo que el esfuerzo de tantos años se sienta como innecesario y que los objetivos sean considerados como «no los más adecuados». Darse cuenta que independientemente del desempeño invertido en las actividades, proyectos y eventos, nunca se va a tener seguridad de lo que el futuro va a deparar y sobre lo complejo que la adaptación al mundo real va a ser. Literalmente se siente como si la herramienta destinada a prepararte para el mundo laboral seguida de una etapa de la vida más independiente falle de manera crítica. El principal propósito nunca llegó a ser cumplido, dejando un sabor amargo que va a perdurar por un periodo de tiempo prolongado. 

He sido lo suficientemente afortunado de vivir en carne propia varios escenarios educativos, permitiéndome comparar las ventajas y desventajas así como lo que considero son los puntos en que el sistema empieza a colapsar. He ido de estudiar en un colegio privado, con estándares y metas educativas propias que variaban cuando se ponían al lado de los estándares de las escuelas públicas, a estudiar en el extranjero (EUA), pasando por un periodo en el cual asistí a instituciones educativas públicas. Todo esto para toparme con las mismas interrogantes en relación a la finalidad que los planes de estudio querían alcanzar.


Memoriza… ¡Todo!


¿Qué sería de nosotros si no tuvieramos la capacidad de memorizar y recordar pedazos de información relevantes? Básicamente el mundo como lo conocemos y la sociedad en la que vivimos se tornaría de un color completamente distinto. Sin embargo, siempre he considerado que los volúmenes de información que se pretende presentar a los estudiantes para que después la procesen e intenten memorizar es exagerada e innecesaria, sobre todo a edades temprana, los primeros años en la escuela. Es debatible la noción que entre más información, mejor. Considerar la idea de que la calidad y practicabilidad de la información es vastamente más importante que la cantidad podría traducirse a un ambiente educativo más fructífero y un enfoque a la realidad más acertado. 

Tratar de memorizar los nombres, fechas de nacimiento, fechas de actividad, y lugares de nacimiento de todos los presidentes del país y salir victorioso en el intento es totalmente innecesario y carece de un objetivo práctico. Tomar un evento histórico y esperar que los estudiantes se memoricen hasta el más minúsculo y trivial detalle de la historia solo para poder ser evaluados en un futuro examen solo dará una puntuación que reflejará qué tan bueno el individuo es al memorizar pedazos de información; No dará, de ninguna manera, una idea de la comprensión, interpretación y aplicación de la misma información procesada. Tener un sistema el cual promueve la memorización para evaluación no simula la realidad del mundo exterior y no recompensa el pensamiento crítico o ideas alternas a las que la información proporcionada sugiere.

La memorización debería ser utilizada como un instrumento que ayude a los estudiantes a tomar la información necesaria para solucionar problemas prácticos, dar respuesta a preguntas alineadas a la realidad y expandir la comprensión en el campo de estudio, no simplemente para regurgitar fechas, nombres o números sin contexto alguno con el fin de evaluar para después poder olvidar. 


Actualización es crucial


El cometido principal de educarse es estar mejor preparado para la vida y gozar de una comprensión extensa de cómo el mundo y la sociedad funcionan, para que nosotros podamos adaptarnos y beneficiarnos eventualmente. Como es evidente, el mundo está en constante cambio: Desarrollos tecnológicos que influyen en el estilo de vida, avances médicos que nos ayudan, estudios sociales que impactan nuestra perspectiva en relación a temas importantes, eventos que marcan la dirección de la gente, descubrimientos que obligan a modificar las concepciones previas, etc. Con un mundo que pareciese está cambiando rápidamente de manera significativa es comprensible que se espere lo mismo del sistema educativo. ¿Qué valor tiene una educación que no está alineada a la realidad? Desafortunadamente, no siempre se le toma la importancia debida a actualizar los planes de estudio o las fuentes de conocimiento usadas, causando un gran hueco de varios años de progreso que se ignoran en los temas impartidos en las escuelas. 

Esto es fácil de notar si se comparan los sistemas educativos de países de primer mundo (Como Corea del Sur, Japón, Finlandia y Canadá) con países en desarrollo. Las diferencias en los objetivos esperados de parte de los alumnos y maestros, los materiales utilizados, la inversión que está designada a la educación, los planes de estudio que han sido designados y los tipos de ambiente en los que se decide impartir clases son todos clave en el mejoramiento del desarrollo del país. Es completamente perjudicial el no invertir tiempo, dinero y esfuerzo en mejorar el sistema cuando vivimos en un mundo donde la globalización y los avances son la norma, donde surgen nuevas industrias que requerirán mentes con conocimientos frescos y donde los conocimientos que en el pasado se consideraban suficientes ahora son simplemente poco o, en algunos casos, nulos. 

Debería verse como una obligación de parte los departamentos o instituciones designadas a la educación el trabajar para constantemente mantenerse al margen del desarrollo del mundo entero, buscando siempre el innovar las técnicas y estrategias empleadas con el deseo de proveer a los alumnos con una educación de calidad y al mismo tiempo promover el amor por el conocimiento. 


Primeros años… Primeras fallas


Podemos tomar un punto de vista psicológico para sugerir que los primeros años de desarrollo en los seres humanos son cruciales, ya que pueden influir de una manera considerable en la formación y el desarrollo futuro, esto también incluye su formación académica. Se debe tener un cuidado extremo con los primero años de escuela, no solo porque son conocimientos básicos, sino porque todo lo experimentado se usará como base en niveles superiores. Y, aunque es popular la idea de responsabilizar a los padres o tutores como el principal factor al inculcar valores de estudio a los niños, no es justificable el olvidar por completo la formación recibida de la escuela.

Al ver el espectro completo, es de esperarse ver un gran número de factores que estén contribuyendo a resultados no deseados, como:

  • Maestros siendo utilizados para impartir la mayoría o todas las materias, yendo de ciencias naturales a matemáticas o historia. Tristemente, no se puede asegurar un dominio alto en todas y cada una de las materias requeridas por el docente al mismo tiempo de la pasión y dedicación al campo de estudio, dando una constante diferencia de calidad de enseñanza entre materia y materia. Lo anterior se traduce a la formación de ideas predispuestas o prejuicios en contra de determinadas materias y la incapacidad de ahondar de manera debida a temas en los cuales la pericia de un experto en cierto campo en particular vendría de ayuda al aprendizaje por parte de los alumnos. 
  • Un ambiente de estudio donde no se fomenta el pensamiento crítico y el uso de la razón en problemas reales. Al tener un determinado plan que se debe seguir rigurosamente y que no siempre da espacio para la interacción en grupo y la importancia del debate, se deja a un lado el valor del desarrollo del pensamiento crítico y del raciocinio desde edad temprana. Es crítico el saber procesar y expresar ideas, al mismo tiempo de explorar las opiniones y argumentos de otras personas. 
  • Materiales de estudio que resultan conflictivos o no aptos. Podría ser cuestión del presupuesto designado a las escuelas, pero siempre es presente la posibilidad de mejorar la calidad de los materiales utilizados para la enseñanza, incrementando la practicabilidad y la productividad derivada de ellos. 
  • Instalaciones que carecen de las comodidades necesarias para impulsar el deseo de aprendizaje y disminuir las distracciones. A pesar de que este factor en específico impacta qué tan satisfactoria la experiencia de ir a la escuela es, la verdad es que debido a limitaciones monetarias, ubicación, o simplemente desinterés, las instalaciones no son renovadas y equipadas con lo necesario para proveer a los niños con lo mejor disponible. 

No hay cabida para la creatividad 


Si bien es verdad que los métodos de enseñanza utilizados en los primeros años de estudio tienden a incluir actividades que fomentan el lado creativo de los niños, es lamentable que este aspecto sea olvidado en los niveles que siguen. Poco a poco, al pasar de los años siendo parte del sistema educativo, se empieza a ver a la creatividad como algo hostil o una parte de nosotros que no encaja en el ambiente académico, siendo ignorado en las clases y provocando el estancamiento de las posibles habilidades que bien podrían derivarse de un constante uso y desarrollo de la creatividad aplicada a cuestiones tanto sociales como personales. 

La educación convencional tiende a sugerir la inflexibilidad de las respuestas y soluciones dadas, aceptando que podrían existir pero no permitiendo que se formen dentro del aula, ya que las evaluaciones no están diseñadas para aceptar respuestas alternas y rechazan las iniciativas de parte del alumno de buscar una solución mejor. Al tener una serie de lineamientos inquebrantables el producto final es una lista de resultados ortodoxos que se adquirieron de otras mentes, pero que nunca se vieron de diferentes perspectivas. 

Es lamentable que sepamos que las bases de las ciencias más importantes hoy en día surgieron por la curiosidad de individuos que utilizaron sus conocimientos y su creatividad para intentar dar respuesta a preguntas que nunca antes habían sido contestadas, dejando que sus pensamientos fueran en direcciones que nunca antes pensaron serían posibles, experimentando e usando el ingenio para intentar buscar el mejor camino y por sobre todo sabiendo que sin sus contribuciones muchos de los avances tecnológicos no existirían, y aún así deducir que estructurar modelos educativos que no fomenten el pensamiento creativo es la mejor respuesta. ¿Desde cuando existe una única lista de respuestas inmutables para un mundo que no deja de cambiar? 


«Nuestro sistema educativo necesita dar la misma importancia al intelecto y al corazón»


Recordemos que la meta principal de la educación es forjar las mentes que se encargarán del futuro de nuestro mundo. Reconsideremos lo que es de verdad importante y no tengamos miedo de hacer cambios donde sea necesario, eliminar lo que ya no es útil y agregar lo que hace falta para construir un modelo educativo en el que la mente de todos pueda florecer.  


«La educación no es el aprendizaje de hechos, es el entrenamiento de la mente para que piense»


DaiKoru.com All rights reserved. Youtube/Facebook/Instagram/Twitter. | Newsphere por AF themes.