El Verdadero Sentido de la Vida

5 minutos de lectura

Pareciera ser que nada de lo que hemos experimentado, los momentos que hemos vivido, las metas que nos hemos puesto, las amistades y relaciones que hemos cuidado y los proyectos de vida en los que estamos trabajando tendría valor si no fuera por el sentido que le damos en general a nuestra vida. El propósito por el cual creemos que aún vale la pena seguir levantándose cada día para acercarse más a las metas que nosotros mismos nos hemos puesto.

Sin embargo, cuando se trata de encontrar la raíz de aquel importante sentido o propósito no siempre logramos identificarlo y comúnmente lo atribuimos a entidades que no siempre son estables; es decir, cosas que podrían cambiar de un día a otro de manera negativa y afectar directamente la dirección de tu vida, haciéndote entrar en una etapa de turbulencias y probablemente en una crisis personal en la cual cuestionas todo sobre tu existencia y tu destino. Para muchos, tener en mente la verdadera fuente de esa energía y de esas ganas de continuar no es una tarea fácil y suelen tomar como respuestas cosas triviales, espirituales o religiosas para llenar ese vacío que la pregunta causó.

«El sentido de la vida es darle a la vida un sentido»

Es debatible la idea que el sentido de la vida que alguien tiene sea el principal impulso para todas las actividades así como para sus aspiraciones tanto a corto como mediano y largo plazo, pero algo que si es cierto es que siempre juega un papel importante al decidir qué camino tomar en la vida, el tipo de gente con la cual relacionarse, los lugares en los que toda acción tomará lugar y la dirección que en general todo tendrá. 
Si hay algo en esta vida que es inevitable, es la muerte, y tener eso en mente es lo que nos sugiera la idea de que nuestra existencia debe tener algún tipo de sentido para que no todo el tiempo invertido sea en vano. Pero pensar que automáticamente al empezar a existir en este mundo tenemos un propósito pre-establecido es algo simplemente erróneo. Pensar que todo lo que debes hacer y todo en lo que debes enfocarte ya esta decidido es ignorar el hecho de que tienes la libertad de dirigir tu vida. El propósito que creas tener podría representar la única y más valiosa idea que te guíe por el resto de los años, y aún así es una de las cuestiones que muchos simplemente dejan a un lado por su aparente complejidad y eligen una de las respuestas ya existentes provenientes de otras mentes, no de la de uno mismo.
A grandes rasgos y siendo completamente objetivos, tu mera y simple existencia no representa algo especial a gran escala, simplemente podrías representar una de las miles de millones de personas que coexisten en este planeta. Lo anterior, aunado con el hecho de que esta sociedad es altamente competitiva y no va a tocarse el corazón al momento de hacerte saber que hay mejores individuos que tú en todos y cada uno de los aspectos, representa una imagen sumamente oscura y deprimente. Una imagen que posiblemente no sea mejorada con la constante presión de lograr cierto propósito que siempre creíste que fue el tuyo pero que por alguna manera te está trayendo más miseria que paz y felicidad.

«Los días más importantes de tu vida son: El día en que naces y el día en que averiguas para qué»
-Mark Twain

Lo interesante de todo esto es que las mismas causas que hacen de toda la situación algo de lo cual pasar un momento triste también te recuerdan que tienes la oportunidad; la libertad de escribir tu propia historia y de construir tu propio camino hacia el destino que consideres más satisfactorio.
Aunque no lo creas, no ocupas de un gran ente todopoderoso para conocer tu propósito, o de una serie de reglas sociales para establecer la ruta, o de siquiera métodos que parecen haberle funcionado a otros para tratar de encontrar la satisfacción con tu persona.
Si de algo estamos seguros, es que no se sabe de otra vida aparte de esta que estás viviendo en este momento, no puedes reiniciar el juego. Así que si solo tienes una oportunidad, hazla valer. No gastes tu tiempo en logros que no son tuyos o que no te van a traer algo positivo para el desarrollo del tuyo. Es en el mejor interés personal el coexistir en este mundo de manera armoniosa al mismo tiempo que trabajar en alcanzar esos pequeños momentos de felicidad que al final formarán una vida que valió la pena.
Pasarla reaccionando a lo que otros consideran el sentido de la vida es básicamente desperdiciar lo único que no vas a poder recuperar, tu propia vida.

«Si no tienes un destino… Nunca llegarás a él»

Y al final de todo, aunque suene redundante y absurdo, el sentido de la vida es vivirla: explorar el mundo y todo lo que tiene por descubrir, conocer gente que te llenará de buenas y amargas experiencias, encontrar las actividades que más disfrutas hacer solo y en compañía, aprender a amar y a ser amado, disfrutar los momentos de felicidad y aprender de los momentos difíciles, llevar tu capacidades y habilidades al máximo, demostrarte que siempre hay algo más que hacer en este mundo y que el propósito no es simplemente una sola cosa, sino todo es espectro de posibilidades al cual tienes acceso.
Que deje de inquietarte el hecho de que el túnel tenga un final para que por fin seas completamente capaz de disfrutar la trayectoria a través de él. Y no solamente pienses que hay cosas por explorar ahí fuera, uno se podría sorprender al darse cuenta las facetas por descubrir de uno mismo.
Así que deja de buscar la respuesta en otros y sal a descubrirla tú mismo.

«Todo el mundo muere, pero no todo mundo vive»



DaiKoru.com All rights reserved. Youtube/Facebook/Instagram/Twitter. | Newsphere por AF themes.